“Doctores en chorradas, triunfadores con mosca,
yuppies que esta temporada no se comen una rosca”
Aguanta, hay que aguantar, se merecen más. No, no hay que aguantar, no nos merecemos menos.
Octubre acaba, por fin. No nos merecemos menos, ya se nos hacía largo, se nos llevan haciendo largos los meses ya demasiado tiempo. No hay que aguantar, ¿cuánto dura tu aguante? Cuatro segundos, cuatro días, cuatro meses o cuatro años como la mayoría, no hay que aguantar. ¿Podemos? Quizás, pero seguramente no.
31 de octubre, gritar, reír, pintar, celebrar, hacer el ridículo, criticar, lo que sea. Algo al menos. A vomitar en alguna acera, a perder la vergüenza en alguna pista de baile o en la barra de algún bar. A disculparse por la mañana. A algo, al menos.
Ahora que el verano ha terminado de acabar y que tu paciencia se ha acabado de terminar, justo ahora, te recomiendo una cosa.
Al síndrome post-vacacional, a las caras largas, a las palabras sin hechos, a los listillos. A los que no sonríen, a los que se quejan a diario, a los que no les parece bien.
A las que calientan pero no cocinan, a los cabrones, a los hijos de puta. A los señoritos, a las señoronas, a los que te dicen que cualquier banda ya tocó techo en el pasado, a los que miran hacia atrás, a los que conducen mirando por el retrovisor, a los que no tienen esperanza, a los que no caminan, a los que no se mueven ni se quieren mover, a los que no se emocionan, a esos para los que siempre hay algo mal. A los que sí pero no, a las que no pero sí.
A los que no perdonan, a los que no merecen perdón, a los que te piden más con cara de pena, a los que no te dejan beber en la calle, a los que te dicen cuántas copas son demasiadas, a los que encienden las luces en las discotecas, a los que se creen algo, a los jueces sin toga ni oposición.
A los escritores que no escriben, a los vividores que no viven, a los que se lo pasan fatal.
A los que te engañan, a los que te mienten a la cara o al otro lado del televisor, a los que no tienen vergüenza y sin embargo no les gusta perderla, a todos los que se ofenden. A los que te critican, a los que te prometen el cielo, a los brindis al sol, a los que miran mal, a todos los ejemplos de virtud, a todos los ejemplos de ciudadanía, a todos los ejemplos de ejemplo, a todos ellos, a los que te dan lecciones en las mañanas de resaca, a los nuevos Jesucristos, a los que te dicen que no te puedes vestir de putón como si esta noche no hubiera Ley ni leyes, a los que te dicen como vivir tu vida.
Al hombre del saco, al buen español, a Don Fulano de Tal; a los azules, a los rojos, a los verdes, a los morados y a los que no lo tienen claro; a los de negro. A las jamonas, a los chorizos.
A todos, a todos sin excepción: calabazas.
Estas nominada por mi parte a los Premios Liebster, aquí en mi post te menciono. Un abrazo http://primerotrosidigo.com/2014/10/31/primerotrosidigo-en-los-premios-liebster/